Una tarta realmente exquisita que gusta a los más pequeños y a los mayores, a nadie deja indiferente ya parece mentira que sea de zanahorias! Buenísima. Aunque veáis muchos ingredientes, no os asustéis, se mezclan todos en un momento y ya está, no necesita ninguna temperatura excepto la del horno 🙂
Cuando el tiempo del horno ya haya terminado, saca el bizcocho y lo dejas enfriar. Lo partes por la mitad o en tres, dependiendo de la altura del bizcocho y le añades el frosting en las capas, cubriéndolo todo él también con frosting.